martes, 4 de abril de 2017

DEL INVERNADERO AL JARDÍN

En esta entrada vamos a ilustrar cómo las plantas que han estado de forma transitoria en el invernadero "se mudan" al jardín arvense, donde van a encontrar su destino definitivo en unas macetas más grandes. Hemos introducido una mejora utilizando macetas de material blanco, así vamos a evitar el pintado y repintado de las macetas de material oscuro.


Previamente al trasplante se ha preparado un sustrato mezclando tierra, turba y gravilla en las proporciones adecuadas (montón de tierra que aparece en la foto).


En la foto podéis observar el trasplantado de Phragmites australis con el fín de renovar la planta anterior.




Cuando realizamos un trasplante regamos de forma profusa para desplazar las burbujas de aire de la zona de raíces y asegurar así la supervivencia de la planta.


En la siguiente foto se pueden apreciar las burbujas de aire saliendo del sustrato.





A continuación se observa la separación de plantones que estaban en una maceta pequeña para distribuirlos por toda la superficie de la maceta definitiva y evitar así la competencia entre ellos.




En la siguiente foto se puede ver una planta que ha estado demasiado tiempo en un tamaño de maceta que se le ha quedado pequeño, a causa de lo anterior las raíces han adquirido forma de espiral, para evitarlo es necesario adecuar el tamaño de la maceta en la medida de lo posible.




Como curiosidad vamos a mostrar a Asparagus acutifolius, más conocida como esparraguera o esparrago silvestre, podemos ver la diferencia entre las plantas recién nacidas de semilla y los rebrotes tiernos de una planta adulta (espárragos trigeros).





Mientras nos imaginamos lo ricos que estarían los espárragos trigueros a la plancha, nos despedimos hasta la próxima entrada.